El grito de La Independencia El 20 de julio de 1810 fue el inicio de unos sucesos determinantes que cambiaron la historia de lo que hoy conocemos como Colombia.
Nadie sabía exactamente qué iba a pasar el 20 de julio de 1810, pero se podía percibir de que algo ocurriría. Fue un viernes, día de mercado y todo el pueblo caminaba por las calles de Santa Fe.
En 1809 se escucharon los primeros gritos de libertad en la América española, fueron los Ecuador y Bolivia. En la Nueva Granada se gesto de manera similar, en Cartagena y Mompos habían conformado juntas independentistas que buscaban mayor autonomía e incluso una independencia absoluta de España
Entre otros, estos comenzaron a realizar reuniones sucesivas en las casas de los integrantes y luego en el observatorio astronómico, cuyo director era Francisco José de Caldas. En estas reuniones empezaron a pensar en provocar perturbación del orden público y así aprovechar para tomar el poder.
La junta propuso entonces crear un incidente con los españoles, con el fin de generar una situación conflictiva que diera salida al gran descontento que existía en Santafé contra los españoles. Lo importante de todo esto era conseguir que el Virrey, presionado por la alteración del orden, reuniera el mismo día la Junta Suprema de Gobierno integrada por los regidores del Cabildo de Santafé.
Antonio Morales manifestó que el incidente se podía provocarse con el comerciante José González Llorente quien gustoso se ofreció a intervenir en el altercado. La acepto la propuesta y decidieron ejecutar el proyecto el viernes, 20 de julio, ya que Plaza Mayor estaría colmada de gente de todas las clases sociales, por ser el día habitual de mercado.
Se acordó que un grupo de criollos (encabezados por Pantaleón Santamaría y los hermanos Morales) fueran el día indicado a la tienda de José González Llorente a pedirle prestado un florero o cualquier clase de adorno que les sirviera para decorar la mesa de un anunciado banquete en honor a otro criollo destacado, Antonio Villavicencio. En el caso de una negativa, los hermanos Morales procederían a agredir al español.
Con el fin de garantizar el éxito del plan, si Llorente entregaba el florero o se negaba de buena manera, se acordó que don Francisco José de Caldas pasara a la misma hora por frente del almacén de Llorente y le saludara, lo que le daría oportunidad a Morales para reprenderlo por dirigir la palabra a un "chapetón" enemigo de los americanos y dar así comienzo al incidente.
Llego el viernes 20 de julio poco antes de las doce del día, como estaba previsto, se presentaron los criollos ante Llorente y después de hablarle del anunciado banquete a Villavicencio, se le pidió prestado la pieza para adornar la mesa. Llorente se negó de buena limitándose a explicar diciendo que la había prestado varias veces y se estaba dañando por lo cual estaba perdiendo su valor.
Entonces intervino Francisco José de Caldas, quien pasó por frente del almacén y saludó a Llorente, lo que permitió a Antonio Morales, como estaba acordado, formular duras críticas hacia Llorente. Morales y sus compañeros comenzaron entonces a gritar que el comerciante español había respondido con palabras contra Villavicencio y los americanos, mientras Llorente lo negaba.
se desplazan hacia plaza gritando: ¡Están insultando a los americanos! ¡Queremos Junta! ¡Viva el Cabildo! ¡Abajo el mal gobierno! ¡Mueran los bonapartistas! La ira se tomó el pueblo.
Indios, blancos, patricios, plebeyos, ricos y pobres empezaron a romper a pedradas las vidrieras y a forzar las puertas. El Virrey, las autoridades militares y los españoles, contemplaban asombrados el repentino y violento despertar de un pueblo al que se habían acostumbrado a menospreciar.
La revolución no tuvo entonces las proyecciones que eran se esperaban porque la mayoría de los que intervenían eran indios y habitantes de las poblaciones de la Sabana, que debían regresar a sus pueblos.
Cosa que indujo a Acevedo Gómez, uno de los jefes de la oligarquía criolla, a reunir a algunos del Cabildo
La llamada "Acta de Independencia" de Santa fe no era realmente una declaración propiamente de independencia, pues el mismo documento afirma que esta no pretendía (en nombre de la Nueva Granada) renunciar a los derechos de la soberanía del pueblo a otra persona que a la de su augusto y desgraciado Monarca Fernando VII". En cambio, otras "actas de independencia, como la de la ciudad de Mompos (del 6 de agosto de 1810) sí buscaron una real independencia de España.
Los criollos tuvieron el papel de construir la primera República. El 20 de julio que nosotros entendemos hoy en día construida a finales del siglo XIX y no lo que sucedió a comienzos de este siglo".
El viernes 20 de julio de 1810 germinó la semilla de la libertad de Colombia. En medio de una plaza llena de indígenas ofreciendo sus telas y tejidos de pita, y puestos de venta de condimentos, gallinas, cerdos, frutas, allí se dio el Grito de Independencia. Contra los españoles se levantaron ‘el Sabio’ Caldas, Camilo Torres, Sinforosa Mutis, José Acevedo y Gómez, entre otros.
El 2010 será un año inolvidable. Hace 200 años se escuchó un grito de libertad que se fue extendiendo por el país. Colombia se sacudía entonces del dominio español. Hoy recordamos a quienes nos dieron la Independencia, a quienes nos dieron una identidad.
Este año es muy especial, pues se celebra el Bicentenario del Grito de Independencia. Fue en Bogotá donde crecieron las raíces de la libertad de Colombia. El 20 de julio de este año se abrirá la Urna Centenaria que reposa en el Museo de Bogotá y que posiblemente atesora documentos, fotos y demás material histórico de 1910, cuando se celebró el centenario del Grito de la Independencia. “Para abrirla el 20 de julio de 2010″, dice la inscripción de la tapa. Eso haremos. Además, se lanzara una convocatoria para llenar una nueva urna con objetos representativos de la Colombia del siglo XXI. Una urna que permanecerá cerrada durante 100 años.
